Muere Charlie Watts, batería de los Rolling Stones, a los 80 años

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Muere Charlie Watts, batería de los Rolling Stones, a los 80 años, según ha confirmado su agente. El músico de la mítica banda compuesta por Mick Jagger, Brian Jones (que murió en 1969), Keith Richards y Bill Wyman ha fallecido en Londres rodeado de sus seres queridos.

«Con gran tristeza anunciamos la muerte de nuestro querido Charlie Watts», afirmó su agente en un comunicado, añadiendo que «falleció tranquilamente en un hospital de Londres hoy mismo, rodeado de su familia».

Watts (Londres, 1941) sufría achaques de salud desde que en 2004 sufriera una cáncer de garganta. A principios de verano ya se anunció una recaída en su estado de salud que le apartaría de la próxima gira del grupo británico prevista para el otoño. Un portavoz explicó los motivos en ese momento: «Charlie fue operado con éxito, pero sus médicos creen que necesita descansar», explicó entonces, sin más precisiones.

El batería, que cumplió 80 años en junio, llevaba en los Stones desde 1963. Junto con el cantante Mick Jagger y el guitarrista Keith Richards, Charlie Watts era uno de los miembros más antiguos de la famosa banda de rock, en la que también han participado Mick Taylor, Ronnie Wood y Bill Wyman.

En 2004, Watts fue tratado en el Hospital Royal Marsden de Londres de un cáncer de garganta, del que se recuperó tras una batalla de cuatro meses contra la enfermedad, incluidas seis semanas de radioterapia intensiva.

«Charlie era un amado esposo, padre y abuelo y también, como miembro de los Rolling Stones, uno de los más grandes bateristas de su generación», afirmó Doherty.  «Pedimos que se respete la intimidad de su familia, de los miembros de la banda y de los amigos cercanos en este difícil momento», añadió.

El más comedido

Watts, que siempre se mantuvo alejado de la loca vida que vivían sus compañeros, siguió siendo durante más de medio siglo el imperturbable metrónomo de la banda mientras alimentaba su pasión por el jazz.

Con su rostro impasible y su talento unánimemente reconocido para el ritmo binario, ofrecía el contrapunto perfecto en el escenario a los frenéticos contoneos de Mick Jagger y las payasadas eléctricas de los guitarristas Keith Richards y Ronnie Wood.

Y mientras sus amigos pasaban por «divorcios, adicciones, arrestos y peleas locas», según un inventario recopilado por el diario británico Mirror, el tranquilo Charlie Watts vivía una vida serena con Shirley Shepherd, su esposa desde hacía 50 años, y su hija Seraphina, en su granja de cría de purasangres árabes en Devon, Inglaterra.

«Durante cincuenta años de caos, el batería Charlie Watts representó la calma en medio de la tormenta de los Rolling Stones, tanto dentro como fuera del escenario», escribió el Mirror en 2012.

Sin embargo, el músico no era totalmente impermeable a las adicciones de la banda: en la década de 1980, se sometió a rehabilitación por heroína y alcohol.  Pero «fue un tiempo muy corto para mí», explicó él mismo. «Simplemente lo dejé, no era algo para mí», confiesa el taciturno músico.

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